martes, 16 de diciembre de 2014

Aldea Moret

Nacida a mediados del siglo XIX tras el descubrimiento de la fosforita, mineral rico en fósforo en el año 1864 por parte del Comisario de Policía Francisco Lorenzo y de Diego Bibiano González, los cuales encontraron una piedra blanca en la falda occidental del cerro de Cabeza Rubia, que resultó ser fosfato de cal con una riqueza del 62%.

Aldea Moret recibió este nombre gracias a Segismundo Moret y Prendergast (político gaditano del partido liberal que fue seis veces ministro con Sagasta y llegó tres veces a la Presidencia del Gobierno), el cual consiguió gracias a su influencia que una rama del ferrocarril llegase hasta la boca de mina, con lo cual la fosforita pudo ser distribuida a todo el país. Con el tiempo este simple asentamiento minero, dirigido en un principio por la empresa "Unión Española de Explosivos" (más tarde "Explosivos Rio Tinto"), se convirtió en un pequeño poblado gracias a su prosperidad económica.


Desde el año 1886 se exportó a países como Inglaterra, Alemania, Francia, Bélgica y Holanda un mineral de acreditada calidad, que llevó a Segismundo Moret a adquirir los derechos del rico coto minero en el año 1876: gracias a su iniciativa e influencia en Madrid se creó el primitivo Barrio de Moret y se construyó en 1880 el ferrocarril que enlaza Cáceres con Lisboa, lugar y puerto de embarque de los fosfatos hacia toda Europa.


La mejora de las técnicas extractivas y de procesado permitieron la fabricación de los superfosfatos, de mayor concentración y riqueza en fósforo; para ello se instaló una fábrica de ácido sulfúrico, la cual empleaba las piritas provenientes de Huelva. De los restos de estas piritas se extraía también, como subproducto, cobre de alta pureza que se comercializaba igualmente.



Al cierre de la fábrica en el año 1963, existían en Aldea Moret una explotación minera de fosfatos (parada desde 1960), dos instalaciones para la elaboración de ácido sulfúrico -con dos baterías de horno-cuba cada una-, una planta para la obtención de cobre en cáscara y electrolítico y un almacén de fosfatos con cintas móviles de transporte.

En el momento de máxima extracción se encontraban en producción las siguientes minas: Perla de Cáceres, La Esmeralda, San Salvador, María Estuardo, Abundancia, Labradora, Imposible, Casualidad, Agricultora, San Eugenio, San Salvador, Estrella, Eloisa, Productora, Esperanza y Carvajala, totalizando 12 pozos de extracción de mineral y 119 construcciones anexas.


Con el descubrimiento de los fosfatos en el Sáhara Español y norte de África, de menor precio y mayor competitividad por la abundancia de mano de obra, la actividad minera de la zona fue disminuyendo paulatinamente hasta desaparecer por completo en los años 70 del pasado siglo XX. La maquinaria fue desguazada, achatarrada y finalmente, en los años 70 del pasado siglo, vendida al peso después de permanecer a la intemperies casi un decenio.


Actualmente se está trabajando en la recuperación de algunas instalaciones del poblado minero, destinada a ser una nueva zona de ocio de la ciudad (Programa URBAN-CALERIZO). Dicho poblado está protegido como modelo de diseño de la arquitectura minera.


No hay comentarios:

Publicar un comentario