miércoles, 25 de marzo de 2015

Teléfono Rojo: muy malas noticias
El recién retirado jefe de los servicios de inteligencia exteriores británicos, MI6, alerta de que “la amenaza de confrontación militar nuclear” con Rusia aún está presente.

Putin preside un desfile militar en el Kremlin en febrero

“En la película Teléfono rojo, volamos hacia Moscú, estrenada en 1964, el presidente de Estados Unidos [Peter Sellers] llama al presidente soviético. Tiene malas noticias. Y muy malas noticias. ¿Las malas? Ha habido un terrible error. Un avión militar estadounidense se dirige a la Unión Soviética con órdenes de lanzar una bomba nuclear. ¿Las muy malas? No hay manera de revocar las órdenes”.
 “La amenaza de confrontación militar nuclear, incluyendo un error de cálculo o simple mala suerte, aún está presente”, declaró Sawers en su conferencia. “Mantenemos esto en mente cuando tratamos con la Rusia de Vladímir Putin”.
El riesgo de que Rusia intente anexionarse territorio en Estonia, Lituania o Letonia aumentará en función del desgaste de la economía rusa, azotada por las sanciones impuestas por los países de Occidente como castigo por la incursión en Ucrania y, aún más, por el desplome del precio del petróleo.

Amenaza  rusa: El embajador ruso en Copenhague, Mijail Vanin, advirtió el sábado de que Moscú podría atacar con misiles nucleares a barcos daneses si ese país, miembro de la OTAN, se une al sistema antimisiles de la Alianza. Si ocurre, “corremos el riesgo de considerarnos mutuamente enemigos”, dijo al diario Jyllands-Posten.

El ministro de Exteriores danés, Martin Lidegaard, que se esforzó ayer en que no subiera la tensión entre ambos países, declaró que los comentarios de Vanin son “inaceptables” y le acusó de haber “cruzado la línea” roja al decir que cualquiera que se una a la Alianza puede ser objetivo de misiles balísticos rusos.

Hace 15 días, Putin fue citado en un documental de la televisión rusa diciendo que cuando se inició la crisis en Ucrania hace un año estaba dispuesto a poner sus armas nucleares en disposición de combate“porque allí viven rusos”. En semejante contexto, la reciente intrusión de dos bombarderos rusos capaces de lanzar armas nucleares muy cerca de la costa del suroeste de Inglaterra no fue, como comentó un diplomático británico a este diario, “ninguna broma”. “El peligro de que un malentendido, o un incidente a primera vista inocuo, desate un conflicto catastrófico siempre existe”, dijo el diplomático, como Sawers cuando advirtió del riesgo que podría proceder de un error o de la mala suerte.
 “La crisis de Ucrania no solo tiene que ver con Ucrania. Se trata ahora de una crisis mucho mayor y más peligrosa entre Rusia y los países occidentales”, dijo en su conferencia sir John Sawers, que posee más información sobre el balance geopolítico actual que casi nadie. Y agregó: “No habrá convergencia entre Rusia y Occidente mientras Putin siga al mando… Gestionar las relaciones con Rusia será el problema que definirá la seguridad de Europa durante varios años más”. Ante la posibilidad, de la que también advirtió Sawers, de que el sucesor de Putin podría representar un peligro incluso mayor, la alocada tesis de Teléfono Rojo vuelve a cobrar relevancia.


Con buena suerte y con los cálculos bien hechos por los que controlan los botones nucleares nunca ocurrirá, pero sí existe la posibilidad de que en un futuro vivamos con ese miedo.
Rubén Bayón Salas.

domingo, 8 de marzo de 2015

La crisis griega.

La crisis económica griega tuvo lugar tras el comienzo de la crisis económica en Estados Unidos en agosto del año 2007. A raíz de esta crisis el precio para financiar la deuda se disparó y  llevó al gobierno heleno a solicitar el 23 de abril del 2010 un paquete de ayuda financiera al FMI para evitar la suspensión de pagos. La atención financiera internacional se situó sobre Grecia en las primeras semanas de 2010 cuando la Comisión Europea acusó al ejecutivo griego de ocultar el verdadero déficit presupuestario. Al poco tiempo el primer ministro, del PASOK, Papandreu, admite la falsificación que fue cometida durante los gobiernos del conservador ND con ayuda del banco Goldman Sachs. Las condiciones del préstamo del FMI y la presión del BCE y de la CE para que Grecia cumpliera el Pacto de Estabilidad llevaron al gobierno griego a aprobar un paquete de austeridad con importantes recortes presupuestarios en política social, esto fue respondido por numerosas manifestaciones y disturbios y más de cinco huelgas generales. 

La catástrofe fiscal griega tiene cuatro causas:


Primera: El estado griego presenta una debilidad histórica, en particular en cuanto a su incapacidad para recaudar fondos, en proporción a su PIB, con el resto de sus vecinos europeos, además de falsificar de manera injustificada sus estadísticas.

Segunda: La competitividad relativa de Grecia no ha dejado de empeorar, especialmente dentro del marco de la zona euro, como se refleja en un sostenido déficit comercial resultado del aumento por encima de la media de los costes laborales y de los precios, y de una dinámica de mayor crecimiento económico.

Tercera: la crisis económica, que debido al viejo sistema bancario griego actuó como la típica puntilla externa, ha hecho estragos en las finanzas públicas, al igual que en otros países.

Cuarta: la carga del coste de los intereses ha aumentado de manera trágica, en un proceso en el que las inquietudes sobre la sostenibilidad del sistema fiscal se combinaron con la especulación y la desinformación para aumentar la tasa de interés de los nuevos bonos del estado griego.

Grecia se convirtió en el primer país europeo en solicitar ayuda externa debido al contagio financiero, siguiéndola Irlanda y Portugal.


Tras las últimas elecciones del año 2015, el partido de izquierda radical de Tsipras gana las elecciones y se queda a las puertas de la mayoría absoluta.
La formación conservadora de Samarás queda relegada al segundo lugar y la tercera formación más votada: la extrema derecha de Amanecer Dorado.

En el tema griego tenemos que destacar también a una figura relevante dentro de la literatura griega y crítico de la crisis de Grecia en su novela negra: Petros Márkaris.
"La fatalidad es prima hermana de todos los griegos", dice uno de los personajes de Petros Márkaris (Estambul, 1937) en Pan, Educación y Libertad, la novela que cierra la trilogía de la crisis del escritor griego más popular del momento. Márkaris también lo piensa, porque "siempre que hemos tenido una oportunidad para levantar al país ha ocurrido algo: una guerra civil, una dictadura". Pero si se ha hecho famoso es por lo contrario, por poner a los griegos frente al espejo y mostrarles sin contemplaciones los muchos errores cometidos y las lacras, como el clientelismo o la corrupción, que debe quitarse de encima para superar de verdad la crisis y no volver a caer. "Mis lectores griegos agradecen que alguien les diga la verdad, porque los políticos no lo hacen", afirma el autor del famoso inspector Jaritos. Educado en alemán y griego en Estambul y Viena.