martes, 16 de diciembre de 2014

Orígenes del movimiento obrero.

A principios del s.XVII, los tejedores ingleses, antiguos artesanos, se organizaron en cofradías o hermandades que tomaban el modelo de los gremios medievales. Estas cofradías agrupaban a los trabajadoresque se asociaban para ayudarse mutuamente. Aunque este movimiento no cuestionaba la industrialización, sino que reclamaba mejoras en las condiciones laborales, las primeras manifestaciones del movimiento obrero se plasmaron en el ludismo: la destrucción de máquinas, a las cuales se las responsabilizaba de la pérdida de la capacidad adquisitiva del pequeño artesano.La primera forma organizativa del movimiento obrero recibe el nombre de societarismo, ya que se basó en el la formación de sociedades obreras de dos tipos: las sociedades de ayuda mutua y las sociedades de resistencia, así llamadas porque su finalidad era "resistir" al capitalismo, capital.
Representación del ludismo.
La reacción del gobierno inglés fue prohibir cualquier tipo de asociación obrera (Combination Acts). Parte de la historia del movimiento obrero ha estado marcada por la persecución y la clandestinidad.
En los primeros decenios de la industrialización se produjo una degradación de las condiciones de vida de los trabajadores:
  • Aumento de la jornada laboral.
  • Pérdida salarial
  • Generalización del trabajo infantil y femenino.
  • Negación ante la ayuda económica para enfermedades, paro forzoso o vejez.
Por todo esto se crearon los sindicatos en los que se reunía la gente trabajadora de un mismo oficio para defender sus reivindicaciones mediante huelgas. Constituían sociedades de ayuda mutua, las cuales disponían de cajas comunes con capital proveniente de las cuotas de los asociados.
En 1834 se formó la Great Trade Union (unión de sindicatos de oficios) en las que las cuotas de afiliación para posibles nuevos socios eran demasiado elevadas.
El sindicalismo británico optó, en sus orígenes, por las reivindicaciones económicas, sin adherirse a ideales políticos revolucionarios.
Durante las décadas de 1830 y 1840 se fundaron asociaciones obreras en los países del continente europeo, entre los que se encontraban Alemania, Francia, España y Bélgica.
Este movimiento obrero se manifestó en la mayoría de países industrializados mediante otras organizaciones, ej: cooperativas.
En los años 1838 y 1848, el movimiento obrero británico pasó a la acción política utilizando el cartismo (consistió en un movimiento en Inglaterra que trató de presionar al parlamento mediante la recogida de firmas en apoyo a determinadas cartas donde se reivindicaban ciertos derechos. En una de ellas, concretamente en el año 1838, se definía un programa democrático basado en el sufragio universal masculino). El cartismo organizó huelgas, pero el movimiento fracasó a causa de la represión, de las divisiones internas y la derrota de la revolución de 1848 en Europa.
Más tarde entre 1850 y 1880, se produce el surgimiento de los modernos Estados nacionales e industrializados como Italia, Alemania y Francia. Dentro de esta época se producen las más importantes características de segunda mitad del siglo XIX en cuanto al movimiento obrero: en primer lugar surge el socialismo científico de Marx y Engels, dando así el fundamento teórico necesario en momentos donde surgen los Parlamentos modernos en los distintos países capitalistas de Europa. En relación a esto, las doctrinas socialistas empezaron a crear partidos de clase, (de carácter exclusivamente obrero) con el nombre de Partido socialdemócrata (con personalidades como Kautsky en Alemania en 1890 o Lenin en Rusia en 1900).
En esta época los obreros se reunieron en organizaciones burguesas-republicanas o marxistas revolucionarias con el fin de conseguir en primer instancia el sufragio universal masculino, dejando la lucha de masas relegada en segunda instancia. Sin embargo, la unión obrera a nivel nacional por medio de las luchas políticas debía encauzarse dentro de un plano internacional: he ahí el nacimiento de la Asociación Internacional de los Trabajadores (AIT) o primer internacional.

Aldea Moret

Nacida a mediados del siglo XIX tras el descubrimiento de la fosforita, mineral rico en fósforo en el año 1864 por parte del Comisario de Policía Francisco Lorenzo y de Diego Bibiano González, los cuales encontraron una piedra blanca en la falda occidental del cerro de Cabeza Rubia, que resultó ser fosfato de cal con una riqueza del 62%.

Aldea Moret recibió este nombre gracias a Segismundo Moret y Prendergast (político gaditano del partido liberal que fue seis veces ministro con Sagasta y llegó tres veces a la Presidencia del Gobierno), el cual consiguió gracias a su influencia que una rama del ferrocarril llegase hasta la boca de mina, con lo cual la fosforita pudo ser distribuida a todo el país. Con el tiempo este simple asentamiento minero, dirigido en un principio por la empresa "Unión Española de Explosivos" (más tarde "Explosivos Rio Tinto"), se convirtió en un pequeño poblado gracias a su prosperidad económica.


Desde el año 1886 se exportó a países como Inglaterra, Alemania, Francia, Bélgica y Holanda un mineral de acreditada calidad, que llevó a Segismundo Moret a adquirir los derechos del rico coto minero en el año 1876: gracias a su iniciativa e influencia en Madrid se creó el primitivo Barrio de Moret y se construyó en 1880 el ferrocarril que enlaza Cáceres con Lisboa, lugar y puerto de embarque de los fosfatos hacia toda Europa.


La mejora de las técnicas extractivas y de procesado permitieron la fabricación de los superfosfatos, de mayor concentración y riqueza en fósforo; para ello se instaló una fábrica de ácido sulfúrico, la cual empleaba las piritas provenientes de Huelva. De los restos de estas piritas se extraía también, como subproducto, cobre de alta pureza que se comercializaba igualmente.



Al cierre de la fábrica en el año 1963, existían en Aldea Moret una explotación minera de fosfatos (parada desde 1960), dos instalaciones para la elaboración de ácido sulfúrico -con dos baterías de horno-cuba cada una-, una planta para la obtención de cobre en cáscara y electrolítico y un almacén de fosfatos con cintas móviles de transporte.

En el momento de máxima extracción se encontraban en producción las siguientes minas: Perla de Cáceres, La Esmeralda, San Salvador, María Estuardo, Abundancia, Labradora, Imposible, Casualidad, Agricultora, San Eugenio, San Salvador, Estrella, Eloisa, Productora, Esperanza y Carvajala, totalizando 12 pozos de extracción de mineral y 119 construcciones anexas.


Con el descubrimiento de los fosfatos en el Sáhara Español y norte de África, de menor precio y mayor competitividad por la abundancia de mano de obra, la actividad minera de la zona fue disminuyendo paulatinamente hasta desaparecer por completo en los años 70 del pasado siglo XX. La maquinaria fue desguazada, achatarrada y finalmente, en los años 70 del pasado siglo, vendida al peso después de permanecer a la intemperies casi un decenio.


Actualmente se está trabajando en la recuperación de algunas instalaciones del poblado minero, destinada a ser una nueva zona de ocio de la ciudad (Programa URBAN-CALERIZO). Dicho poblado está protegido como modelo de diseño de la arquitectura minera.


domingo, 14 de diciembre de 2014

Los colosos de Amenofis III vuelven tras 3200 años.

 En Egipto han sido reconstruidos dos colosos que flanquearon (y a partir de hoy, 14 de diciembre, vuelven a flanquear) el templo del faraón Amenofis III en la ciudad de Luxor. Estas gigantescas estatuas de casi 13 metros y más de 100 toneladas cada una, construidas en calcita, fueron derruidas en un terremoto en el año 1.200 a.C y se partieron en unos 200 trozos que han sufrido miles de años sufriendo el paso del Nilo, la humedad y el vandalismo.
 Ambos colosos han sido levantados en el presente año 2014, durante una primera etapa en los meses de enero y marzo, y una segunda etapa en el mes de noviembre tras 3200 años, y vuelven a flanquear la puerta norte del templo.